dimanche 6 mars 2016

Nègre n'est pas un gros mot! Traduction à l'espagnol

“Negro /usa la palabra sin ningún miedo /Negro /negro es el color la actitud de ser/

Negro /una identidad no una cruz es /Negro /visualízalo mírame y di /Negro”

Este es el estribillo de la célebre canción del rapero madrileño Chojin, con un objetivo que desde Les gros mots compartimos: empoderar la utilización de la palabra negro, como una defensa de la identidad y no como un insulto.




Es muy común el uso de eufemismos para evitar la palabra “negro”. ¿Por qué ocurre esto? Es sencillo: porque en el imaginario social se ha acabado ligando la palabra “negro” a la imagen de pateras, a niños africanos desnutridos, a manteros huyendo de policías locales. Parece que esos son los verdaderos negros, los que siempre son extranjeros, los que tienen que luchar para sobrevivir. Los que tienen éxito, los que son actores famosos, o cantantes, o jugadores de fútbol, esos no son negros. Para esos hay que usar otra palabra: morenitos, de color, afroamericanos.

Chojin no es el primer rapero español que utiliza su música para denunciar el racismo contra los negros en un país “progresista” como se supone que es España. 

Frank T en su canción Humor Negro hace una recopilación amarga de todos los populares chistes de negros que tanto se escuchan en España: Dime que en la nieve un negro es un blanco perfecto, que de todos los negros el mejor es el negro muerto, que los negros normalmente no suelen equivocarse: equivocarse es humano y antes hay que humanizarse.

Este tipo de chistes pueden parecer anecdótico, sin embargo el humor es un reflejo convexo del imaginario social. Marca aquello de lo que está permitido reírse, aquello que merece burla.

En los chistes nunca se utilizan eufemismos, se utiliza la palabra cruda, remarcando esa diferencia que convertimos en estigma. Y va más allá de la broma, pensemos en todas las expresiones que llevan la palabra negro en nuestro idioma. Si estás enfadado te pones negro. Si lo tienes difícil lo tienes negro. Si trabajas de forma ilegal cobras en negro. Si tu humor es de mal gusto, retorcido, es humor negro. Si tienes mala suerte tienes la negra. Si alguien te hace el trabajo sucio tienes un negro. Negro nunca tiene una connotación positiva, negro se convierte en un insulto.

También en la publicidad ha sido utilizado el recurso de la confrontación del negro y el blanco, un antes y después en el que el negro siempre es el inamovible antes que debe cambiarse, evitarse, negarse.


Especialmente en anuncios de jabones, como el famoso Fairy, el negro era utilizado como algo que debía lavarse para convertirse en blanco. 





He aquí la asociación: negro-sucio. En marcas francesas como el jabón Dirtoff vemos como un negro se alegra de ver como el jabón le limpia tanto que le aclara la piel volviéndolo blanco. El mismo mecanismo: alégrate, este jabón es tan bueno que convertirá la suciedad en limpieza, lo blanco en negro. 
Y es que, ¿quién no desearía poder ser blanco? ¿No es a eso a lo que debemos aspirar?

Otro referente para la conciencia colectiva que es tocado por el blanco es el cine. Es a la vez modelo y copia de aquello que “debe ser”. En Hollywood lo saben, y era cuestión de tiempo que apareciese una iniciativa como “Oscars so White” reivindicando la falta de oportunidades para los actores y actrices negros en este premio y en la industria del cine en general. Actores de la talla de Will Smith no han acudido a la gala de este año como forma de boicot para visualizar su protesta. Chris Rock reivindicaba desde el propio escenario: "Este año, las cosas van a ser diferentes. En el segmento In Memoriam solo aparecerá gente negra que ha sido tiroteada por policías" o "Queremos oportunidad. Queremos que los actores negros tengan las mismas oportunidades que los blancos".

No ha sido la única campaña de estos meses, en Francia una joven parisina abrió la polémica con el hastag #SiLesNoirsParlaientCommeLesBlancs (si los negros hablasen como los blancos) donde con un toque de humor invierte situaciones cotidianas que incomodan a la comunidad negra francesa.


“ C'est tes vrai cheveux ? Je peux toucher ? Ils sont super lisses, on dirait des poils de chiens » (¿Tu pelo es nautral ? ¿Puedo tocarlo ? Son super lisos, parecen pelo de perro). 

“Ha j'adore l'Europe moi, ma grande mère avait une copine blanche en maternelle tiens!" (Ah, ¡adoro Europa! Mi abuela tenía una compañera blanca en la guardería, sabes.)

La autora está muy satisfecha con toda la repercusión mediática de su iniciativa: “me alegro de haber conseguido llamar la atención en 
positivo sobre el problema de este tipo de comentarios”.

Todos estos ejemplos muestran la importancia de que los referentes sociales no sean saturados por el color blanco. Lo contrario es una barbarie, es recordar épocas peores, donde ser negro era sinónimo de ser esclavo, de ser sirvienta, de analfabetismo, de miseria.


Lo contrario es incitar a que las jóvenes negras utilicen cremas blanqueadoras terriblemente nocivas que les dejaran la piel marcada de por vida, es animarlas a plancharse el pelo porque el suyo es “pelo malo”, rebelde, rizado, feo. Hay que cambiar los referentes, en el cine, en la música, en la publicidad, en la política, en las pasarelas de moda.



Un ejemplo es Beyonce, quien trata de ocultar sus rasgos con cremas blanqueadoras.






Este artículo acaba igual que empezó, con una frase de Chojín que resume el espíritu de la reivindicación que hoy presentamos. Una reivindicación en contra de un mundo en monocromo, una voluntad de llamar las cosas por su nombre. 

“No hay mentira más grande que afirmar que todos somos iguales. Y aclarar esto es muy importante: valer lo mismo no es lo mismo que ser lo mismo.”

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