lundi 29 février 2016

Putain n'est pas un gros mot! Traduction à l'espagnol.


¿A qué mujer no la han llamado alguna vez en su vida puta? 

Un desconocido por la calle, disfrazado de broma en la boca de una amiga, el comentario de una expareja, a las espaldas, en plena cara, en la cama, en un bar. Puta. Putas. Todas putas.



Si, a todas nos han llamado puta, ¿qué es lo que nos hace merecer este nombre? ¿Qué es ser una puta?






Una puta es, según el diccionario, aquella persona que mantiene relaciones sexuales con otra a cambio de dinero. Y fin. Es curioso que este concepto parezca tan inmoral o escandaloso a mucha gente teniendo en cuenta lo borrosa que es en muchas ocasiones la frontera entre la seducción tradicional y la prostitución. Muchísimas dan por sentado que antes de acostarse con un hombre este debe haber aportado algo material: una cena, unas entradas de cine, un par de copas, unos pendientes. 


El caso es que siempre es él el que paga, o al menos siempre lo ha sido. El planteamiento es muy básico y arcaico: la sexualidad masculina se concibe como algo inaplazable, material, instintivo. Ellos siempre quieren. La sexualidad femenina es algo frágil, pasivo, siempre dependiente de lazos afectivos. Ellas deben ser más deseadas que deseantes. Ellas no siempre quieren. Y partiendo de estas generalidades, ellos tienen que convencerlas. Con palabras, con promesas, pero sobre todo con materialidad. 



¿Tanta diferencia hay entre prácticamente exigir regalos o manutención y tener una tarifa? Deberíamos planteárnoslo.








Otra cuestión interesante es la imagen de eterna víctima que se da de las putas las pocas veces que aparecen en los medios de comunicación. Solo muestran una realidad, la de aquellas que ejercen en contra de su voluntad. Una realidad, cruda, dura, que no debería existir. Pero no representativa. Porque además de todas aquellas mujeres que se ven forzadas a ejercer hay otras miles que están conformes con su trabajo. Entonces, ¿por qué mostrarlas siempre desvalidas, desconformes, forzadas?


Hay que tener en cuenta que la dinámica que hemos explicado antes (tú me aportas una materialidad en forma de dinero, de manutención…y yo te aporto mi cuerpo) ha sido la base durante muchos años numerosos matrimonios. Ellos las mantenían. Ellas asumían las tareas de la casa, el cuidado de los niños y acostarse con ellos. Pero si convertimos la prostitución en algo asimilado y aceptado, si dejamos de enviar a las putas a trabajar a polígonos u otros lugares inhóspitos, si les permitimos que su trabajo esté regulado como cualquier otro, si encontrar una puta es tan fácil y normal como ir al dentista… Entonces, dejamos coja la base del matrimonio como se ha concebido durante buena parte del siglo pasado. Todos estos puntos se tratan de una manera mucho más exhaustiva en el libro “King Kong theory”, de Virgine Despentes. Muy recomendable.


Dejando de lado la cuestión del porqué no se regulariza y normaliza la situación de aquellas mujeres que quieren ser putas, hablemos ahora de las mujeres que nunca lo han sido pero reciben ese nombre. Si lo simplificamos muchísimo, una puta es aquella mujer que quiere sexo (a cambio de dinero, pero lo quiere). Por tanto, se ha pasado a utilizar la palabra para referirse a cualquier mujer que tiene “actitudes o comportamientos de buscar sexo”. ¿Y cuáles son estas actitudes o comportamientos? Prácticamente todos. Llevar una falda muy corta, los tacones muy altos, los labios muy rojos. Acostarte con muchos hombres, no pedirles ni dejar que te pidan explicaciones. Ir muy depilada. Tener iniciativa, en general, pero con los hombres en particular. Estar orgullosa de tu cuerpo y lucirlo, sin complejos. No guardarle luto a tu novio después de salir de una relación de tres años y liarte con el primero que pasa. Y un largo etcétera. Lo peor es que en muchos casos la palabra puta la pronuncian las propias mujeres- Que duro es escuchar como voluntariamente caen en la trampa que otros han creado para ellas. Esa es puta. Joder, tía, eres un poco puta, ¿eh? Menuda putona, aquella. 





Al final, ser mujer te hace potencialmente puta. Y cuando esto cala en la conciencia colectiva, es lógico que se les ofrezca dinero. Porque ella, sea quien sea, es puta. Tal vez no lo sepa, pero lo es. Esto le ocurrió, por poner un ejemplo, a C, una universitaria a la que hemos entrevistado y nos ha contado su experiencia.


«Fue en una temporada en la que me apetecía conocer gente, simplemente. Quedar con alguien, follar y ya está. Me descargué unas cuantas aplicaciones de contactos, como Tinder y tal. Contacté con muchos chicos y les di mi móvil a algunos. Continué hablando con unos cuantos, quedamos y nos acostamos. A otros a los que también había dado mi número acabé por ignorarlos sin llegar a quedar, no había feeling, no sé. 



Estuve así un tiempo, hasta que dejó de apetecerme acostarme con desconocidos y me borré todos los perfiles. Hasta aquí todo bien. Pero un día me habló por whatsap un tío desde un número de teléfono que no conocía. No sé quién eres, me he encontrado tu número en mi móvil. Lo tengo desde hace tiempo, y justo hoy me he topado con él en mis contactos y me he decidido a hablarte. Lo único que sé de ti es que te va el BDSM y que eres una sumisa. ¿Es verdad? Podría ofrecerte mucho dinero, y de forma continuada. Me quedé flipada, no tenía ni idea de quién podía ser ese tipo que me ofrecía dinero con tantísima normalidad. 



Supuse que alguno de los chicos a los que había dado mi número y había acabado rechazando le debía haber pasado mi móvil, una especie de venganza absurda, yo que sé. Le dije que no era prostituta, que nunca lo había sido y que no tenía intención de serlo. Lo sé. Pero no importa. De verdad, estoy muy interesado. Y puedo pagarte bien. Piénsalo al menos. El tío siguió insistiendo un tiempo, aunque le dije repetidamente que no, hasta que lo bloqueé. No sé de dónde se sacó que habría accedido a acostarme con él por dinero, no sé qué fue exactamente lo que le hizo llegar a esa conclusión. Tal vez dio por sentado que al haber estado en esas redes de contactos, dispuesta a acostarme con desconocidos, me hacia una buena candidata para hacer lo mismo a cambio de dinero, que tal vez incluso lo preferiría. No le entraba en la cabeza que yo, como cualquier mujer que se lo plantee, puedo buscar tan solo sexo, sexo con alguien que me atraiga, sin más complicaciones. Parece que las mujeres solo podemos acostarnos por los hombres por dos razones: por amor o por dinero. Como obviamente no me acostaba con los tíos de esa red social por la primera razón, debió de dar por sentada que lo haría por la segunda. »










Bibliografía

Virgine Despentes. (2006). King Kong theory. París: Editorial Melusina. 





Putain n'est pas un gros mot!


À quelle femme ne l'avait pas appelé quelques fois dans sa vie, putain? 


Un inconnu par la rue, déguisé pour rire à la bouche d'une amie, le commentaire d'un couple, à les arrières, en plein visage, au lit, dans un bar. Toutes putains.


Si, a toutes nous avons appelé putain, qu'est-ce que nous fait mériter cet nom? Qu'est-ce que c'est être une putain?






Une putain c'est, selon le dictionnaire, cella personne qui maintient relations sexuelles avec une autre en échange d'argent. Et fin. C'est curieux que ce concepte paraisse tellement immorel ou scandaleux à beaucoup de gens tenant en compte que parfois, la limite entre la séduction traditionnel et la prostitution est très floue. Beaucoup de femmes considèrent tel acquis que avant de se coucher avec un homme, ce lui doit avoir apporté quelque chose de mátierielle : un dîner, unes entrées au cinéma, un pareil de verres, unes boucles d'oreille. 

Le fait c'est qu'il est qui paye toujours, ou au moins, toujours l'a été. L'exposé est très essentiel et archaïque: la sexualité masculine se conçoit comme quelque chose de máterielle, instinctive. Ils veulent toujours. La sexualité féminine est quelque chose fragile, passive, toujours dépendante de noeuds affectifs. Elles doivent être plus désirées que désirantes.Elles ne veulent pas toujours. Et partant de ces généralités, ils doivent leur convaincre. Avec mots, avec promesses, mais surtout avec matérialité.

Il y a tellement différence entre exiger cadeaux ou entretien et avoir un tarif? Nous le devrions poser.




Une autre question intéressant est l'image de victime que se donne de las putains les fois qu'elles apparaissent en les médias de communication. Ils seul montrent une réalité, la de ces personnes qui exercent en contre de leur volonté. Une réalité, crue, dure, qui ne devrait pas exister. Mais non représentative. Parce que, en plus de toutes ces femmes qui se voient forcées à exercer, il y a autres milles qui sont d'accord avec leur travail. Alors, pourquoi nous les montrons toujours déshéritées, forcées? 

On doit avoir en compte que la dynamique que nous avons expliquée avant, tu m'apportes une matérialité en forme d'argent, de manutention et je t'apporte mon corps) a été la base pendant beaucoup d'années de nombreux mariages. Ils leur maintenaient. Elles assumaient les tâches ménagères, de l'attention des enfants et de se coucher avec eux. Mais si nous convertons la prostitution en quelque chose assimilée et acceptée, si nous laissons d'envoyer aux putains à travailler en zones industrielles ou à autres lieux inhospitalier, si nous leur permettons que leur travail sera réglé comme d'autres, si trouver une putain est tellement facile et normale comme aller au dentiste... Alors nous laissons boiteuse la base du mariage comme s'est conçu pendant une bonne partie du dernier siècle. Tous ces points se fréquenter d'une façon plus exhaustive dans le livre “King Kong theory”, de Virgine Despentes. Très recommandable. 

En laissant de côté les questions de pourquoi ne se mettre pas en règle la situation de ces femmes qui veulent être putains et maintenant, nous parlions des femmes qui jamais ont été putains mais elles reçoivent ce nom. Si nous le simplifions,une putains est qui veul sexe (en échange d'argent). Par conséquent, nous avons passé à utiliser le mot pour nous referons à toutes les femmes qui ont “attitudes ou comportements de chercher sexe”. Et quelles sont ces attitudes ou comportements? Patriquement tous. Porter une jupe très courte, les talons très hauts, les lèvres très rouges. Se coucher avec beaucoup d'hommes, ne leur demander ni laisser qu'ils te donnent explications. Aller très épilée. Avoir initiative, en général, mais avec les hommes en particulier. Être fière de ton corps et le luire, sans complexes. Ne le garder pas le deuil à ton copain aprés de sortir d'une relation de trois années et te lier avec le premier qui passe. Et un longue etcétera. Le pire est qu'en beaucoup de cas, le mot “putain” la prononcent les propres femmes. C'est dur écouter comme volontairement elles tombent dans le piège qu'autres ont cru pour elles. Cela-là est putain. Merde, nana, tu es un peu putain, eh? Drôle putain, celui-là.



À la fin, être femme te fait potentiellement putain. Et quand cela perce dans la conscience collective, c'est logique qu'ils leur offrent argent. Étant donné qu'elle, soit qui soit, est putain. Peut-être qu'elle ne le sait pas mais, elles. Cela l'arriva, en poser un exemple, à C, une femme universitaire à laquelle nous avons interviewée et elle nous a raconté son expérience.


«Il fut une saison dans laquelle j'avais envie de connaître gens, simplement. Convenir avec quelqu'un, baiser et c'est tout. Je me déchargeai plusieurs applications de contacts, comme Tinder. Je contactai avec beaucoup d'hommes et je leur donnai mon mobile à quelque. Je continuai parlant avec quelques, nous nous sommes convenu et nous nous couchons. À autres auxquels je leur avait donnait mon numéro de téléphone, je finis par leur ignorer sans arriver à nous convenir, nous n'avions pas feeling, je ne sais pas.

Ainsi, je fus un temps jusqu'à que laissa de me désirer me coucher avec inconnus et je m'effaçai tous les profils. Jusqu'à ici tout bien. Mais un jour un homme me parla par Whatssap depuis un numéro de téléphone que je ne connaissait pas. Je ne sais pas qui tu es, je me suis rencontré ton numéro en mon téléphone. Je l'ai depuis longtemps et juste aujourd'hui, je me suis trouvé avec lui en mes contactes et je me suis décidé à te parler. L'unique chose que je sais de toi est que te va el BDSM et que tu es une soumise. C'est vrai?


Je pourrait t'offrir beaucoup d'argent et de forme continuelle. Je suis resté étonnée, je n'avais aucune idée de qui pouvait être ce type qui m'offrait argent très normalement.

Je supposai que quelques-unes des hommes auxquels j'avais donné mon numéro et je l'avais repoussé, il devait avoir passé mon mobile, une espèce de vengeance absurde. Je lui dis que je n'étais pas prostituée, que jamais je l'avais été et que je n'ai pas intention d'être. Je le sais. Mais cela n'importe pas. Sérieusement, je suis très intéressé. Et je peux te payer bien. Pense ça. L'homme suivit insistant un temps bien que je lui dit à plusieurs reprises que non, jusqu'à je lui gelai. Je ne sais pas d'où il eut que j'aurais accepter à me coucher avec lui par argent, je ne sais quoi fut exactement quoi lui fut arriver à cette conclusion. Peut-être il considéra comme acquis qu'au avoir été dans ces réseaux sociaux de contacts, je disposée à me coucher avec inconnus, il me fait une bonne candidate pour faire la même chose en échange d'argent, que peut-être inclus je le préférerait. Ne lui entrait pas dans la tête que moi, comme n'importe quelle femme, je peux chercher uniquement sexe, sexe avec quelqu'un qui m'attire, sans plus complications. Paraît que seulement les femmes nous pouvons coucher avec les hommes par deux raisons : par amour ou par argent. Comme je ne me couchais pas avec les hommes de cette réseau social par la première raison, il dut penser que je le ferais par la seconde. »








Bibliographie

Virgine Despentes. (2006). King Kong theory. París: Éditorial Melusina. 





lundi 22 février 2016

Gros(se) n'est pas un gros mot! Traduction à l'espagnol.





En el 2011, con el motivo de un documental acerca de relaciones a través de internet ("When Strangers Click: Five Stories From the Internet), se realizó una encuesta sobre cuáles eran los principales miedos a la hora de tener una cita ciegas con alguien a quien hubieses conocido en una red de ligoteo, como Tinder. Las respuestas variaron mucho de un género a otro. Las preocupaciones de ellas eran que su cita resultase ser “un tipo raro” o incluso “un asesino en serie o algo parecido”. En cambio, ellos solo tenían miedo de una cosa: que fuese una gorda.
¿Cuál fue el momento en el que se nos prohibió ser gordas? ¿Cuándo se convirtió en una de las peores palabras que se le puede decir a una mujer?. 

El problema radica en que cuando te llaman “gorda” no solo te están llamando “gorda (de carnes abundantes)”, también te están lanzando a la cara todas las connotaciones que se le han ido adhiriendo con el paso de los años. Porque si eres gorda, además de gorda, eres vaga, no te cuidas, no eres sana, tienes la autoestima baja, no puedes atraer a ningún hombre o mujer por tu físico y debes estar agradecida si alguien alguna vez te hace el favor de acostarse contigo. Cuando eres gorda parece que pierdas el derecho al amor y, por supuesto, eso de que alguien se pueda sentir atraído por tus carnes no es para ti, de hecho, lo raro es que alguien lo haga, que alguien te sienta. Lo raro es que alguien te quiera, porque, cuando eres gorda, no eres eso que deberías ser como persona, no eres eso que alguien merece a su lado, no eres ese estereotipo que todos desean consigo. Y por todo esto, el derecho a meterse contigo puede seguir latente: te has salido de lo adecuado.




Nos referimos, aunque muchos no lo crean, a un tema social denigrante y de trato urgente, el cual encontramos en el porqué de unos tallajes cada vez más reducidos, en unas modelos cuyo trabajo radica en la obligación de una delgadez extrema, sin darse cuenta de que son esa imagen que todos querrán alcanzar. Modelos sociales inalcanzables, casi imposibles, casi irreales, que trastornan e influyen a personas “corrientes” que viven horrorizadas si suben de la talla 36. Son estas cosas las que hacen que la aceptación social de personas gordas, y no tan gordas, sea casi nula. Hay quien gana dinero con tus complejos: gimnasios, dietistas, cirugías, complementos dietéticos, cremas reductoras y productos milagrosos varios, todo esto entre una multitud de cosas que, más que ayudar, hacen que sientas y pienses que tu persona no es la correcta. Donde hay un complejo, hay un negocio - y si no lo hay, se crea-.
Para solucionar todo esto, un buen avance es convertir una gran parte de los referentes femeninos (revistas, series, películas, videoclips…) en chicas que jamás gasten una talla superior a una 36.  Deberíamos estar hartos y no deseosos de ser eso que no somos por una simple influencia social.

Desde la infancia nos bombardean con miles de mensajes de lo que debemos ser, y uno de los que más se repiten es: “sé delgada, frágil, grácil”. Pues nosotras te decimos: sé cómo eres, como quieras ser y todo lo fuerte que alcances, por ti y no por la influencia de nadie.”

Sin embargo, poco a poco van apareciendo voces disonantes, chicas y chicos que animan a otras chicas y a otros chicos a deshacerse de esos complejos que nunca deberían haber existido, porque no existen, no son reales, no son verídicos: son simple y desgraciadamente condiciones erróneamente inculcadas. Les ayudan a ser conscientes de que si ellas mismas no aceptan su cuerpo no podrán conseguir que el resto también lo haga.


Todo esto nos recuerda a Loversize, uno de los principales blogs españoles desde donde se están lanzando mensajes positivos y realmente reconfortantes para toda esas personas que deben estar a gusto y felices con su propio cuerpo, con ellas mismas. Y, por último, nos gustaría dejaros una cita de una de las frases que encontramos dentro de esta página y que refleja una gran verdad que debería ser ley: “Bienvenidos a nuestro mundo donde la talla es lo de menos y la autoestima, lo demás”. 







Aquí os dejamos la entrevista que tuvimos con la fundadora del grupo feminista "Las lilas", colectivo que combate por la igualdad y ha hecho diversos movimientos a favor de esta causa.


Gros(se) n'est pas un gros mot!

Définition. Gros, grosse: Personne de forte corpulence. Qui est plus large et plus gras que la moyenne; corpulent.



En 2011, avec le motif d'un documentaire au sujet de relations à travers Internet “When Strangers Click: Five Stories From the Internet”, se réalisa une enquête sur quels étaient les principaux peurs à l'heure d'avoir rendez-vous à l'aveuglette avec quelqu'un à qui tu eusses connu en un réseau de rentre-dedans, comme Tinder. Les réponses varièrent beaucoup d'un genre à autre. Les soucis de leur étaient que leur rendez-vous résultât être “un type bizarre” ou inclus “un tueur en série ou quelque chose de semblable”. Cependant, ils avaient uniquement peur d'une chose: que la femme fût une grosse.

Quel fut le moment dans lequel se nous interdîmes d'être grosses? Quand se changea en une des pires mots qu'on peut le dire à une femme?

Le problème siégé quand quelqu'un t'appelle “grosse” donc non seulement il te dit que tu es grosse (de viandes abondants), il te lance en face toutes les connotations que se lui sont allés adhérant avec le pas d'ans. Puisque si tu es grosse, en plus de grosse, tu es fainéante, tu ne te ménages pas, tu n'es pas saine, tu as l'estime baisse, tu ne peux pas attirer à aucun homme ou femme par ton physique. Tu dois être reconnaissante si quelqu'un quelque fois te fait le plaisir de se coucher avec toi. Quand tu es grosse, il paraît que tu perdes le droit à l'amour et, naturellement, cela que quelqu'un puisse sentir attiré par tes viandes ça n'est pour toi, de fait, le rare est que quelqu'un le fasse, que quelqu'un te sente. Le rare est que quelqu'un t'aime, parce que, quand tu es grosse, tu n'es pas cela que tu devrais être comme personne, tu n'es pas cela que quelqu'un mérite à son côté, tu n'es pas ce stéréotype que tous désirent avec soi. Et par tout ça, la droit à taquiner avec toi peut continuer latent: tu t'es quitté de l'adéquat.


Nous nous rapportons, bien que beaucoup ne le créent pas, à un thème social dénigrant et de traitement urgent, dans lequel nous trouvons la cause d'unes tailles chaque fois plus petites, d'unes modèles dont le travail réside dans l'obligation d'être extrêmement mine, sans se rendre compte de qu'elles sont cette image que tous aimeront obtenir. Modèles sociaux inaccessibles, presque impossibles, presque irréels, elles bouleversent et influent à personne « courants » qui vivent épouvantés s'ils montent de la taille 36. Ces choses sont lesquelles font que l'acceptation sociale de personnes grosses et non tellement grosses, soit presque nulle.
Il y a qui gagne argent avec tes complexes: gymnases, nutritionnistes, chirurgies, compléments diététiques, crèmes 
réductrices et produits miraculeux, tout cela entre une multitude de choses que, plus qu'aider, font que tu sentes et penses que ta personne n'est pas la correcte. Où il y a un complexe, il y a une affaire –et s'il n'y a pas, il se crée–.

Pour solutionner tout cela, un bon progrès est convertir une grande partie du référents féminins (magazines, séries, films, vidéoclips, etc) en femmes qui jamais utilisent une taille supérieure au 36.
Nous devrions être fatigués et non désireux d'être cela que nous ne sommes pas par une simple influence sociale.

Depuis l'enfance, ils nous bombardent avec mille messages de ça que nous devons être et le plus répétée est : “Sois mince, fragile et gracile”.
Ainsi nous te disons : “Sois comme tu es, comme tu veux être et toute la force que tu obtiens, par toi et non par l'influence de personne.”


Toutefois, peu à peu, vont apparaissant voix dissonants, garçons et filles qui animent à autres à se débarrasser du complexe que jamais devraient avoir existé, parce qu'ils n'existent pas, ils ne sont pas réels, ils ne sont pas véridiques: ils sont simples et malheureusement conditions faussement inculqués. Les aident à être conscients de ce que si elles n'acceptent pas leur corps, elles ne pourront pas que le reste le fasse.




Tout ça nous rappelons à Loversize, un du principaux blogs espagnols depuis où se lancent messages positifs et réellement réconfortants pour toutes les personnes qui doivent être à l'aise et heureuses de leur propre corps, avec elles-mêmes. Et enfin, nous plairions laisser une citation des phrases que nous trouvons dans cette page et que reflété une grande vérité qui devrait être loi : “ Bienvenus à notre monde où la taille est le moins et l'estime est le plus. 






Nous avons interviewé le fondateur d'un des groupes féministes de Valence "Las lilas", un groupe qui combat pour l'égalité et a fait des mouvements pour les grosses personnes:


- Comment va surgir la collective « Les Lilas »?


La collective « Les Lilas » va surgir parce que le dernière course unes amies et moi avions créé une collective déjà mais, en cet cas, il n'était pas mixte, il était seulement pour les femmes et pour les personnes trans et féministes. Toutefois, il n'aboutit pas, nous ne fîmes beaucoup, seulement aller à quelque manifestation mais, pendant ce cours nous nous donnâmes compte de qu'il faut nécessaire une collective mixte à Valencia parce que déjà était un mixte que c'est « Révolte violette ». En plus, nous nous donnâmes compte de qu'il faut nécessaire l'existence d'une collective qui englobera plus courants du féminisme parce que l'existant, « Révolte Violette » est transféministe. Nous croyons que c'est magnifique qu'il est mais c'est nécessaire quelque chose nouveau et différente. À partir de ça, comme nous avions plus pouvoir sur les réseaux sociaux, nous commençons à promouvoir cet projet et nous vîmes qu'il tint une bonne accueille. En conséquence, autour du novembre surgit la collective. 



- Nous allons à parler du projet plus important « Plus que ton taille ». Il fut votre idée?



Réellement nous nous inspirâmes dans un projet qu'avait fait l'assemblée féministe de la ville de Zaragoza «Feminism Unizard». Il est créé dans l'époque du soldes et nous les demandons permis pour faire la même chose en Valencia. Simultanément, «las nenazas», une collective transféministe de la Rioja, était planifiant faire la même chose dans leur ville et quand nous nous rendîmes compter, nous décidâmes le faire en même temps pour le diffuser par les réseaux sociaux.


- Quel était l'objectif du projet ?



Nous avons deux objectifs principaux.


Le premier est à élever l'état d'esprit à toutes les femmes qui ne trouvent pas ses tailles, aux que cette année, elles se rendent compte que cette année les tailles sont plus petites que l'an dernier. Sour tout promouvoir l'amour propre principalement des personnes avec surcharge que nous croyons qu'ils sont les plus affectées par le canon de beauté.



Le second objectif était interpeller aux marques directement et pour ça nous avons l'autocollant «Vôtres tailles sont violence» donc il y a un problème et ils sont les causants et qui l'ont promu.



- ¿Vous-croyez que les objectifs ont été atteints? 

Nous sommes sûres du premier objectif parce que certaines femmes nous l'ont dit, aussi il y a femmes qui se sont unies au collectif à partir de la campagne et se sont créés collectives dans certaines villes de groupes de jeunes qui se sont unis pour coller les autocollants quand nous envoyons les dessins. La plus importante pour moi c'est avoir obtenu un sourire de ces personnes.


De plus, les marques se sont rendus compte parce qu'à la seconde frappe que nous fîmes, les vendeuses étaient super vigilantes, elles te surveillaient, elles t'ouvraient la cabine en colère. Nous n'aurons pas obtenu beaucoup mais nous avons ennuyé et nous avons levé les courages et ça a été beaucoup plus que je n'espérais. 

- Quels sont les slogans que vous aviez dans vôtres autocollants?

Un était « Moins belles bauquières et plus moches éveillées ». C'est une phrase à moi qui signifie beaucoup pour moi parce qu'il veut dire que plus qu'apprendre à nous trouvons belles, le plus importante est à apprendre qu'être belles n'est pas le plus important donc sont plus importantes las envies de vivre, l'amour, las passions que la beauté.

Un autre slogan était « Vôtres tailles sont violence » qu'à mon avis c'est très important parce qu'il interpelle directement aux magasins.


- Vous avez pensé faire un autre projet similaire ?
Oui, nous avons pensé le répéter en les soldes d'été. Nous le ferons avec le même « hastag » et ça se fera dans autres villes et nous espérons qu'il retourne à tenir la même diffusion.

-Le prix des autocollants est auto subventionné ?
Oui parce que nous avons fait une collecte dans la collective et aussi dans chaque ville les gens se sont organisées pour mettre l'argent.

Cependant, avec notre dernier événement « le Saint Valentin lilas », nous avons gagné argent en vendant plaques. En conséquence, nous avons plus fonds.

Un autre était « Ton corps est un foyer, il n'est pas un prison ». Celui-ci fait appel à changer notre relation avec notre corps plus qu'au voir bel ou qu'au voir comme ta maison donc ton corps te maintient vive. 

- Quelle est le ton opinion sur tous les mouvements qui sont en survenant de body positive, curvy, etc ?

À mon avis, il y a gens auquel paraîtra un petit pas pour le féminisme, une victoire plus petite mais pour moi c'est indispensable. Il y a une phrase de Katy Millet, une féministe très importante de la seconde vague, « Le personnel est politique ». Cette phrase se doit à qu'après de la première vague qu'elle entre plus en victoires institutionnelles, légales et officielles comme le vote, l'accès à l'éducation des femmes. En la seconde vague, ils commencèrent à s'inquiéter par ce qui passait dans le foyer du femmes, par les relation entre les hommes et les femmes, par las tâches matrimoniales, par le sexe, par l'amour propre. Pour moi cette phrase veut dire que les victoires personnelles de les femmes qui commencent à aimer à elles mêmes, aussi elles sont victoires politiques, elles sont grandes victoires et il y a révolutions individuelles que quand ils arrivent et quand tas de femmes décident de commencer d'aimer ses corps et à refuser ce qui est imposé par le canon de beauté, ça pour moi est révolutionnaire et antisystème.

Il y a une autre phrase qui dit : «¿Combien d'entreprises fermeraient si demain les femmes quittassent de se haïr à elles mêmes ?»

Pour moi ce sont les phrases plus représentatives.


- Il y a une phrase qui dit : « De chaque complexe que tu as, il y a quelqu'un qui s'est obtient bénéfices ». Crois-tu qu'il y a d'entreprises qui sont en forçant à que les femmes soient incertaines ?



Je crois que les entreprises de laxatifs, les magasins qui promeuvent les régimes insanes et express et les mêmes talons sont une façon de modifier le corps. Cela ne veut dire pas que tu, individuellement, ne te les puisses pas mettre sinon qu'il y a gens qui s'est obtient bénéfices donc tu aimes modifier ton corps. Cela me paraît un fait et nous devons être conscient de cela même si tu ne changes pas tes décisions individuelles, même si tu continues portant talons. 



Par exemple je me maquille mais je suis consciente de qu'ils m'ont imposé le maquillage. Je crois que c'est un change par rapport à la femme avec son propre corps. C'est important savoir à qui tu lui es payant et pourquoi.



- L'entreprise qu'a été accuse de certains magouilles est Inditex. Choisîte-vous magasines spécifiques pour coller les autocollants? 

Nous choisîmes magasines d'Inditex parce que c'est le magasin où les jeunes plus achètent. Je dois dire que la seule plainte que nous avons d'Inditex sont les tailles donc rapetissent et aussi que manquent grandes tailles. Inditex a esclaves fabriquent leur vêtements et la majorité sont femmes et enfants donc ils sont les collectives plus vulnérables.

Nous n'avons fait une campagne contre ceci parce que nous n'avons pas moyens pour l'arrêter. Mais nous voulons souligner que nous savons parfaitement ce qu'ils font. Nous sommes totalement en contre et nous encourageons aux acheteuses à faire leur propre vêtements, à chercher en magasins à seconde main si elles peuvent au lieu d'acheter en Inditex. Alors, pour cela nous nous dirigeons à Inditex parce que par exemple, « Bershka » a tailles très petites. Un autre magasin que n'est pas d'Inditex mais, qui était autre de nos principaux blancs, était « Brandy Melville » parce que c'est un magasin qui être très à la mode et qui a une politique de taille unique qui se paraît a la « s » d'autres magasins. J'ai beaucoup d'amies qui la portent, ma sœur la porte aussi mais j'ai des amies qui ont éclatent en sanglots parce que cette taille ne s'adapte pas à elles alors je crois qu'il était nécessaire le revendiquer.


- Tu veux dire quelque chose à quelque femme avec surcharge ou qu'elle n'est pas à l'aise avec son poids?



Pour moi, une fois qu'elle commence à s'aimer ou a l'intenter, sa vie va changer beaucoup mais, non parce qu'elle commence à se voir belle sinon parce que quand il se rende compte que le plus important n'est pas être belle, elle va tenir plus temps pour s'amuser, pour être heureuse.



Je crois que beaucoup de gens ne se rendent compte que les complexes non seulement te limitent en le sens esthétique mais, encore te limitent en ce qui concerne à que tu es tellement occupée pour ton physique que tu n'as pas temps pour rire, pour sauter, pour baiser, pour t'énamourer, pour laquelle en soit, alors je pense que c'est un procès d'intenter t'aimer à toi-même, d'aider à tes amies à s'aimer à elles mêmes et cela te libère entièrement et bien que cela soit difficile, il vaut la peine commencer.


















Alba Cavaller, Mireia Torres y Aitana Martos

Les gros mots






Que sont les gros mots? Vraisemblablement la première chose que le lecteur pensera sera en les différents termes comme “ ce qu'on ne doit pas dire “, “ ce qui est obscène, “ mots qui dénotent une mauvaise éducation”. Les gros mots sont durement implantant en l'imaginaire social, depuis bien petits ( peut-être trop longtemps ), nous savons que les mots sont formellement interdites.



En l'âge adulte, les gros mots marquent notre niveau social: comme à modèle, le Pigmalión de George Bernard Shaw, notre langage nos peut transformer en rois ou en mendiants.




Tenant en compte le papier décisif du langage et son utilité en n'importe quel enceinte social, qu'-est qu'il passe quand quelqu'un, une société ou une mouvement historique, décident que tu es un gros mot ; que ça que tu es ( ou tout du moins une partie ) est quelque chose qui doit être caché, évité, supprimé ou rejeté? Quand tu utilises un euphémisme, quand on supprime du vocabulaire courant un mot, tu es supprimant cette partie de la personne à laquelle le supposé gros mot fait référence. Quand tu utilises un gros mot pour offenser à quelqu'un, l'interlocuteur n'est pas le seul insulté mais encore tous les autres aux ce mot represente. Ce un fait historique : le premier pas pour la marginalisation sociale est la marginalisation linguistique.




Dans ce blog, nous traiterons, humblement, de faire justice à coup de clavier et traiter de démonter certains gros mots plus utilisés. Nous aimons inverser les valeurs de certains mots tabous qui ne durent être ça jamais. Las responsables de cette mission serons Alba Cavaller, Mireia Torres et Aitana Martos, trois élèves de Langues modernes de la UV qui essayent de profiter de la matière de TIC en langue française pour donner un petit pas plus en la lutte vers la normalisation des mots qui ne doivent pas être interdits.